Confiscaron documentos de oficinas y casas de siete miembros del oficialismo, entre ellos, el ex presidente Collor. Apuntan a los jefes del Senado y de Diputados.

Bajo el nombre de Politeia, una palabra griega que podría definirse como “espacio público” o “ciudadanía”, la policía federal brasileña provocó ayer un recrudecimiento de la crisis institucional que golpea a Brasil desde fines del año pasado. Involucra a siete senadores federales, entre ellos, el ex presidente Fernando Collor de Mello, quien fuera derribado en 1992 en un juicio político que le entabló el Congreso por denuncias de corrupción. Los otros seis parlamentarios pertenecen a uno de los grupos políticos, llamado Partido Progresista (PP) que forma parte de la coalición oficialista. Todos ellos fueron denunciados por supuesta participación en las coimas en Petrobras, en un caso conocido como “Lava Jato”.