Mauricio Macri planteó que el partido “no se deje manejar por la UCR en el Congreso, como sucedió en las últimas votaciones” y además advirtió: “Tenemos que diferenciarnos y no seguir cayendo en la trampa del radicalismo”.

La postura del ex presidente abrió un intenso debate porque algunos dirigentes, como Horacio Rodríguez Larreta, afirmaron que de esa forma se pondría en peligro la unidad en Juntos por el Cambio, pero al final se coincidió en llevar adelante una posición conjunta: “cumplir el acuerdo interno que implica no votar nuevos impuestos ni aumentos de los actuales y tampoco aprobar ninguna iniciativa que apunte a agrandar la estructura del Estado”.

 

En ese sentido, Macri apuntó a la responsabilidad de Gerardo Morales, titular de la UCR, quien promovió el proyecto de ley que fija el marco regulatorio del cannabis medicinal y cáñamo industrial aprobado el jueves pasado en la Cámara de Diputados y que favorece a esas plantaciones en la provincia de Jujuy. El problema es que los legisladores del PRO votaron en contra porque el nuevo régimen “tiene las características de un nuevo impuesto y favorecerá una mayor burocracia estatal”, según se escucharon en el almuerzo en El Dorado, cuyo dueño es Ezequiel Sabor, ex viceministro de Trabajo y embajador en México durante el gobierno de Cambiemos.

 

Para el ex presidente, el PRO tiene que “anticiparse a las jugadas” de la UCR y “no llegar tarde” para establecer una postura firme y más dura en algunos temas. Según Infobae, en el almuerzo llevado a cabo en Puerto Madero, se mencionó el ejemplo del proyecto sobre el cannabis y cómo Morales “hizo lobby, diputado por diputado” para que apoyaran una iniciativa que beneficiará a su provincia, pero que, alertaron, se contradice con postulados del PRO porque implican más gasto estatal y así “beneficiamos a (Javier) Milei”.

 

En ese contexto, hubo autocrítica por el comunicado de Juntos por el Cambio que apuntó a cerrarle la puerta a una alianza con el líder libertario: todos coincidieron en que un error mencionarlo con nombre y apellido. No entraron en detalles para evitar reabrir heridas que quedaron cicatrizadas luego del desayuno que compartieron Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich hace 10 días.

 

Para cerrar ese episodio y acercarse al electorado de Milei, los líderes del PRO acordaron que de aquí en adelante expresarán con más énfasis “todas las ideas que defienden la libertad, que incluyen una reducción del aparato del Estado y una política de déficit cero”, por ejemplo.

 

El debate sobre la diferenciación de la UCR en algunas iniciativas también incluyó el proyecto que impulsa el gobernador Axel Kicillof para cambiar el régimen de jubilaciones para empleados del Banco Provincia, que se tratará esta semanen la Legislatura bonaerense y que deroga una reforma sancionada durante el gobierno de María Eugenia Vidal. Por eso los referentes del PRO acordaron oponerse a la ley que busca aprobar el Frente de Todos y se habló acerca de que la UCR y la Coalición Cívica aún no resolvieron qué postura adoptarán ante este tema.

 

La comida de Puerto Madero terminó con promesas recíprocas de “reforzar la unidad del PRO” y “ratificar que en Juntos por el Cambio la palabra Juntos no puede imponerse sobre la necesidad de los cambios”, como graficó uno de los comensales. “Tenemos que ser el cambio”, dijeron.

 

Quienes participaron del almuerzo fueron Macri, Rodríguez Larreta, Bullrich, Diego Santilli, María Eugenia Vidal, Jorge Macri, Cristian Ritondo, Humberto Schiavoni, Federico Angelini, Federico Pinedo y Fernando de Andreis. El próximo encuentro político-gastronómico del PRO será el 19 de mayo.