El Dr. Enrique Leiva, abogado de Carlos Vargas

que en el mes de abril se realizará el segundo juicio contra Carlos Vargas, por la muerte de Ramiro Blanco.

El Dr. Enrique Leiva, confirmó que en el mes de abril se realizará el segundo juicio contra Carlos Vargas, el trabajador del Servicio Penitenciario provincial quien accidentalmente disparó a Ramiro Blanco, ocasionándole la muerte.

Ramiro Blanco, era un interno que estaba allí cumpliendo una condena perpetua por el homicidio de Juan De Luigi.

El abogado defensor, Enrique Leiva, dijo al respecto, “se le acusará de homicidio culposo ya que según el fiscal él habría sido negligente en el hecho. Nosotros tenemos mucha confianza en cuanto al resultado de esto, porque la propia fiscalía en su momento descartó la intención homicida de Vargas, dijo que hubo un forcejeo y la verdad es que Vargas no tiró del gatillo de su escopeta sino que la misma se disparó porque la manoteo al caño el muchacho fallecido”.

Agregó el abogado, “Vagas ha cumplido más de dos tercios de la eventual condena que le podría tocar, no va a quedar preso en el peor de los casos. En última posibilidad podría ser un homicidio culposo, pero va a prevalecer la inocencia de Vargas y en eso estamos trabajando”.

El Dr. Enrique Leiva, narró los hechos del 28 de diciembre, “Ramiro era una persona de un gran vigor físico y ese día se molestó con la gente del servicio penitenciario porque decía que no le habían dejado pasar un regalo para una hija que él tenía y ese fue el motivo de que comenzará a formar un incidente dentro del pabellón que terminó con la orden de entrada del grupo especial, él quiso quitarle la escopeta a Vargas y allí se produjo el disparo; en principio no le afectó ningún órgano vital, simplemente que sufrió un neumotórax, lo que le costó la vida”.

Dio a conocer la actual situación de Carlos Vargas “él no está trabajando, está con tratamiento psicológico, al estar 3 años preso una persona no puede de inmediato trabajar”. Confirmó que conservará su trabajo en la penitenciaria “el estatuto de los penitenciarios dice que cuando una persona comete un hecho que no es culposo, no pierde el trabajo”.