La reunión quedó sin fecha.

Se iba a realizar el martes que viene pero no hay acuerdo sobre la flexibilización del mercado común y la rebaja del Arancel Externo Común, que impulsan Uruguay y Brasil y a los que Argentina se opone.

 

La reunión de los cuatro ministros de Relaciones Exteriores de los países que integran el Mercosur no se realizará este martes 15 de junio y quedó postergada sin fecha. Dentro del bloque regional subsisten marcadas diferencias internas sobre cuestiones comerciales. Argentina mantiene su postura y no acepta la flexibilización del Mercosur que impulsa Uruguay con el apoyo de Brasil. Tampoco hay acuerdos sobre las rebajas en el Arancel Externo Común (AEC) una de las banderas que agita el país gobernado por Jair Bolsonaro.

 

El cónclave ya se había postergado una semana por los mismos motivos. La Cancillería que orienta Felipe Solá es partidaria del consenso para los movimientos del mercado común con una política proteccionista, que blinde a las industrias de la región ante las importaciones. Tanto Brasil como Uruguay mostraron su pretensión de abrir el Mercosur hacia otros mercados, con la posibilidad de cada integrante de negociar de manera individual. Luis Lacalle Pou, el jefe de Estado uruguayo, fue quien presentó la propuesta de flexibilización que en el lado argentino despertó rechazos desde un comienzo.

 

Las diferencias ideológicas entre el gobierno de Alberto Fernández y los de Bolsonaro y Lacalle Pou son indisimulables, por eso resulta tan difícil avanzar en un entendimiento. Argentina planteó la disminución de un 10% del arancel común con la promesa de sumarle otro porcentaje similar en 2021, sobre todo teniendo en cuenta el contexto, debido a la pandemia de coronavirus que afecta a toda la economía mundial. Pero no recibió demasiado apoyo de sus socios. El respaldo de Paraguay, la pata más débil dentro del bloque, no parece suficiente.

 

Este mes se termina la presidencia pro témpore que ejerció nuestro país desde diciembre y que es rotativa entre los cuatro países miembros por semestres. El mando lo tendrá después Brasil. La apuesta argentina es que los brasileños apliquen una disminución en los aranceles en forma progresiva y que los demás vayan adhiriendo. En Brasil también hay posiciones encontradas entre el liberalismo a ultranza que defiende el ministro de Economía Paulo Guedes y las cámaras empresariales de los principales sectores industriales.

 

En ese sentido la defensa de los objetivos del Mercosur que hizo el ex mandatario brasileño Fernando Henrique Cardoso reforzó las pretensiones argentinas. El rol de Daniel Scioli, embajador argentino en Brasilia, cobra importancia ya que viene reuniéndose con líderes políticos y con empresarios para sumar voluntades. Este jueves Scioli participó de la primera reunión plenaria de 2021 del Consejo Empresario Argentina-Brasil -denominado CEMBRAR- donde la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación Nacional de la Industria de Brasil (CNI) rubricaron una declaración conjunta con apoyo a la posición argentina.

 

En el documento que suscribieron ambas entidades se establece la guía de trabajo para los próximos meses que llevarán adelante en forma conjunta y consigna el compromiso “con la integración productiva, y las acciones que desde la iniciativa privada estamos encarando para abordar los desafíos que nuestras cadenas productivas regionales tienen por delante en materia de productividad, competitividad, entre los que se destacan el desarrollo tecnológico y de la industria 4.0, políticas activas en favor de la integración de valor, la inversión requerida en infraestructura energética, de caminos y de conectividad en la región”.

 

Desde la Cancillería argentina ven como superados los roces diplomáticos con Brasil luego de la polémica frase que pronunció Alberto Fernández sobre el origen de los habitantes de ese país, de México y de Argentina. Citan como ejemplo de esa distensión que hubo representación de ambos países en el acto del 10 de junio reivindicando la soberanía nacional sobre las Islas Malvinas.

 

El miércoles por la mañana el mandatario argentino había dicho una frase polémica durante la visita del jefe de gobierno español Pedro Sánchez que provocó la respuesta de su par brasileño Jair Bolsonaro.

 

Bolsonaro le contestó a Alberto Fernández, quien había dicho que “los mexicanos salieron de los indios, los brasileros salieron de la selva, pero nosotros los argentinos llegamos de los barcos”, con un mensaje en su cuenta de Twitter con la palabra “Selva” y una foto de él junto a un grupo de personas de los pueblos originarios brasileños. Luego, en un encuentro con sus seguidores, el mandatario brasileño comparó a Fernández con el dictador venezolano Nicolás Maduro diciendo que para ambos “no hay vacuna”, en referencia a los exabruptos que pronunciaban.

 

También Eduardo, uno de los hijos de Bolsonaro, reaccionó ante los dichos de Fernández. “El presidente de Argentina declaró que mientras su pueblo llegó en barcos desde Europa, los brasileños vinieron de la selva. ¿No dirán que fue RACISTA contra los indígenas y los africanos que formaron Brasil? Pero yo digo: el barco que se hunde es el de Argentina”, escribió en Twitter.

 

El jueves 10 el secretario de Relaciones Económicas de la cancillería argentina, Jorge Neme, expuso durante la jornada denominada “Mercosur. Presente y futuro”, en la que intervinieron alrededor de 500 líderes empresariales y representantes del mundo de los negocios. Allí ratificó la negativa de su país a flexibilizar el bloque como propuso el gobierno uruguayo. “Argentina no comparte la posición de que cada país inicie negociaciones de manera individual”, expresó Neme.

 

“El Mercosur constituye la plataforma de proyección internacional por excelencia para la Argentina y la región. Como bloque tenemos otra palabra y otro peso en el contexto internacional a la hora de iniciar negociaciones con el resto de los bloques regionales y terceros países”, sostuvo.

 

“Tenemos que pensar cómo avanzamos juntos hacia el futuro, hay una diferencia que estamos tratando de superar en lo relativo al Arancel Externo Común. Argentina tenía una propuesta de convergencia en el 25% del nomenclador, y finalmente, trabajando en conjunto con los ministerios de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, alcanzamos una convergencia del 75% del arancel restando todavía un 25% a resolver con nuestros socios. Argentina optó por no afectar los bienes finales, resguardar la competitividad de nuestro sector industrial para no afectar a los sectores más sensibles. Creemos que se puede avanzar en este marco”, subrayó el funcionario”.

 

“Es fundamental para la industria argentina resguardar el Mercosur, que tiene como primer destino internacional los países del bloque. Desde este punto de vista es clave pensar que para la reconstrucción del tejido social y productivo es necesario fortalecernos como bloque y no pensar en salidas individuales”, planteó más adelante.

 

“El Mercosur es muy necesario para Argentina, es la política exterior más relevante de los últimos treinta años. Hoy tenemos que conectarnos con más intensidad con el mundo, esta conexión no es una apertura indiscriminada e inocente, sino de ida y vuelta, de diálogo creativo con el resto de las regiones y países, y para esto el Mercosur es la plataforma ideal. Argentina necesita intensificar esto”, sentenció.

 

Entre el 31 de mayo y el 4 de junio, Uruguay, en representación del bloque, reanudó mediante una serie de videoconferencias las negociaciones con Corea del Sur para lograr acuerdos bilaterales. Estas tratativas se habían interrumpido en febrero de 2020. Argentina, por su parte tiene a su cargo las conversaciones con los países del EFTA, que están fuera de la Unión Europea -Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein-, con un fin similar.