El sismo se produjo en el límite entre Morelos y Puebla. Los temblores también se sintieron con mucha fuerza en Ciudad de México, Acapulco, Oaxaca, Guadalajara, Colima y Chipancingo.

El Servicio Sismológico Nacional de México finalmente confirmó que se trató de un solo terremoto de 7.1 grados en la escala de Richter. En un primer momento, la dependencia oficial había informado que se habían producido dos movimientos telúricos: uno de 6.8 y otro de 7.1 grados.

 

El epicentro se localizó en el límite entre Morelos y Puebla.

La agencia de noticias EFE, citando fuentes oficiales, el terremoto dejó al menos 79 las víctimas mortales. De acuerdo con un balance preliminar de las autoridades estatales, 54 muertes se registran en el estado de Morelos, 13 en Puebla, 8 en Estado de México y 4 en la capital.

 

El presidente Enrique Peña Nieto ordenó la instalación del comité de emergencia. La corresponsal de Infobae en México constató que helicópteros sobrevuelan la capital.

 

El sismo, registrado a las 13:40, hora local, derrumbó al menos una veintena de edificios en distintas zonas de la Ciudad de México como las colonias Condesa, Del Valle, Narvarte, Centro, Coyoacán y Xochimilco, entre otras.

 

Google Maps publicó las ubicaciones de los edificios que se cayeron en la capital del país:

 

También causó numerosos cortes en el servicio eléctrico, fugas de gas e interrumpió el servicio de telefonía y en varias estaciones del Metro.

 

Tras percibir el movimiento, ciudadanos que habitan y trabajan en edificios altos captaron los derrumbes de varios inmuebles en las colonias Condesa y Roma, afectadas en el sismo de 8,1 en la escala de Ricther que ocurrió justo hace 32 años y que dejó miles de muertos.

 

Las actividades escolares fueron suspendidas hasta nuevo aviso, al igual que la sesión bursátil, para salvaguardar la seguridad del personal y de las instalaciones. La ciudadanía de inmediato se dio a la tarea de asistir y brindar ayuda en los derrumbes y colapsos.

 

El temblor generó numerosas escenas de pánico en la capital del país y ocurrió dos horas después de que la ciudadanía saliera a las calles de todo el país en un simulacro conmemorativo del terremoto de 1985 de magnitud 8,1.

 

Este episodio se produce, además, luego de que el 7 de septiembre pasado un terremoto de 8,2 grados en la escala de Richter dejara un centenar de muertos, la mayor parte de ellos en el estado de Oaxaca. Se trató de un sismo más fuerte que el del 19 de septiembre de 1985, que devastó principalmente a la Ciudad de México.