La sorpresa con la que el agua se adentró en las islas dio escaso margen a los habitantes para escapar de la tragedia. Hay cerca de 1.500 heridos y 128 desaparecidos.

Los socorristas indonesios buscaban este lunes supervivientes del tsunami que causó en Sumatra y Java más de 350 muertos, mientras los expertos advierten que pueden abatirse nuevas olas mortales debido a la actividad volcánica.

 

Las autoridades elevaron la tarde del lunes (hora local) a 373 la cifra de víctimas mortales. Por su parte, se registraron 1.459 heridos y todavía se buscan a 128 desaparecidos.

 

Brigadas de socorristas con excavadoras y otros equipos pesados intentaban despejar los escombros esparcidos por el maremoto. Algunos rescatistas trabajaban simplemente con las manos para levantar objetos con la esperanza de hallar desaparecidos. Entretanto, miles de personas han sido evacuadas a zonas de altura.

 

El tsunami golpeó playas del sur de la isla de Sumatra y del extremo occidental de Java alrededor de las 21H30 locales (14H30 GMT) del sábado, tras la erupción del volcán considerado el “hijo” del legendario Krakatoa, el Anak Krakatoa.

 

“El número de víctimas y de daños seguirá aumentando”, dijo más temprano el portavoz de la agencia nacional de gestión de catástrofes, Sutopo Purwo Nugroho.

 

La ola dejó a su paso una acumulación de numerosos escombros, fragmentos de tejados, trozos de madera, árboles arrancados.

 

En un dramático video se ve cómo una ola gigantesca se abate sobre el espacio exterior de un resort, donde se celebra un concierto del grupo pop “Seventeen”.

 

En Carita, Muhamad Bintang, de 15 años, vio aproximarse la ola. “Llegamos a las 21.00 de vacaciones y de pronto llegó el agua. Todo se volvió negro. No había electricidad”, relató el adolescente.

 

En la provincia de Lampung, al otro lado del estrecho, Lutfi al Rasyid, de 23 años, contó a la AFP cómo huyó de la playa de Kalianda para evitar morir. “No lograba arrancar mi moto, así que salí corriendo. Recé y corrí todo lo rápido que pude”.

 

Según las autoridades, el tsunami podría haberlo provocado un aumento repentino de la marea debido a la luna llena combinada con una avalancha submarina tras la erupción del Anak Krakatoa, que forma una pequeña isla en el estrecho de la Sonda. “La combinación provocó un tsunami repentino que golpeó la costa”, indicó Nugroho, aunque señaló que la agencia geológica de Indonesia trabajaba para intentar elucidar cómo se produjo exactamente.

 

A diferencia de los tsunamis causados por sismos, y que desencadenan sistemas de alerta, las olas ‘volcánicas’ dejan muy poco tiempo a las autoridades para prevenir a la gente.

 

“Ocurrió tan rápido”, relata Ade Junaedi, un sobreviviente. “Hablaba con un huésped en mi casa cuando mi mujer abrió la puerta, gritando, aterrada. Creí que era un incendio, pero al ir hacia la puerta vi el agua llegar…”

 

Anak Krakatoa es una pequeña isla volcánica que surgió en el océano medio siglo después de la mortífera erupción del volcán Krakatoa de 1883. Es uno de los 127 volcanes activos de Indonesia.

 

Indonesia, una de las zonas más proclives a sufrir catástrofes de la Tierra, se encuentra en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, donde coinciden placas tectónicas y se producen una gran parte de las erupciones volcánicas y sismos del planeta.

 

El 26 de diciembre de 2004, un tsunami desencadenado por un sismo submarino de magnitud 9,3 frente a las costas de Sumatra, en Indonesia, causó la muerte de 220.000 personas de varios países del océano Índico, 168.000 de ellas en Indonesia.