El pedido del juez Claudio Bonadio no fue incluido en la convocatoria a sesiones extraordinarias. Sí habrá novedades antes de fin de año en la causa por direccionar la obra pública.

La ex presidente Cristina Kirchner tendrá un año agitado en el plano político y en el judicial. Mientras define su desembarco en el Senado y una estrategia para hacer frente a la jugada de Miguel Ángel Pichetto, que la marginó del espacio peronista opositor de la Cámara Alta, sus mayores preocupaciones pasan por los tribunales federales de Comodoro Py.

 

Como se esperaba, el presidente Mauricio Macri no incluyó la discusión de su desafuero en la convocatoria a sesiones extraordinarias. Había discusiones reglamentarias sobre las posibilidades que tenía el jefe de Estado, sin embargo primó la política. El Gobierno decidió “patear” para el año que viene el tema y aflojar las tensiones luego de que la semana pasada el juez federal Claudio Bonadio dictara la prisión preventiva para CFK en la causa iniciada con la denuncia del fiscal fallecido Alberto Nisman.

 

Los abogados de la ex Presidente adelantaron que apelarán esta semana la medida coercitiva de la libertad pero no el procesamiento dispuesto por el magistrado. Dicen que quieren acelerar el proceso para llegar cuanto antes a juicio oral y público. No será tan sencillo porque otros imputados en la investigación adelantaron que adoptarán una estrategia más convencional y buscarán recurrir los fallos de Bonadio ante la Cámara Federal.

 

Hay otro expediente donde se podría hacer realidad el anhelo de Cristina Kirchner de llegar rápido a un debate oral y público. En las próximas semanas el fiscal Gerardo Pollicita pedirá que el caso que la tiene como acusada de direccionar la obra pública para beneficiar al empresario Lázaro Báez sea elevado a esa instancia, según reveló el diario Clarín.

 

En esa causa, la ex mandataria fue señalada en la etapa de instrucción como jefa de una asociación ilícita y defraudación al Estado. Se lo considera el delito precedente necesario para las investigaciones de lavado de dinero en las que también está imputada.

 

La acumulación de causas de corrupción contra CFK podría derivar en un gran juicio oral y público en donde se analizaría un circuito que comenzaba con el direccionamiento de la obra pública a empresarios amigos. Se sospecha que parte de esos fondos estatales terminaban en el patrimonio de los Kirchner luego de un complejo ardid de lavado de dinero.

 

A Cristina Kirchner se la verá públicamente de nuevo en el Senado cuando se reúna en el tercer piso del palacio con los legisladores con los cuales negocia conformar un interbloque opositor a Cambiemos.