Maria Zajarova, portavoz de la cancillería rusa, aseguró que el objetivo de los países occidentales, principalmente el Reino Unido y EEUU, es perjudicar la cita mundialista que se llevará a cabo en tierras rusas a partir de junio.


Semana a semana aumenta la tensión entre Rusia y Occidente tras el envenenamiento del ex espía ruso en Gran Bretaña, Sergei Skripal, y su hija. En los últimos días decenas de países, incluidos el Reino Unido y Estados Unidos, expulsaron a diplomáticos rusos. El Kremlin repudió la medida y respondió de la misma forma.

 

Este domingo, la portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, Maria Zajarova, acusó a los países occidentales, principalmente Londres y Washington, de querer empeorar las relaciones con Moscú con el objetivo de “boicotear” el Mundial de fútbol.

 

“Ese es su sueño dorado, ese es el objetivo principal”, afirmó durante una entrevista con Piaty Kanal. “Todos los métodos son buenos si se trata de perjudicar el torneo”, agregó.

 

“¡Es el absurdo de los absurdos! (…) Todo se enfoca solo en ese balón de fútbol”, apuntó Zajarova.

 

Este sábado, el gobierno de Vladimir Putin reclamó al Reino Unido reducir su personal diplomático en Rusia en más de 50 personas, en respuesta a las medidas tomadas por Londres.

 

Esta nueva medida es considerada una represalia después de que el gobierno británico pidiese a sus aliados que expulsasen también a diplomáticos rusos.

 

“Rusia sugirió paridad. La parte británica tiene más de 50 personas más”, afirmó a la agencia AFP Zajárova.

 

El viernes Moscú convocó al embajador británico Laurie Bristow y dio un mes de plazo a Londres para que reduzca su número de diplomáticos al mismo que tiene Rusia en el Reino Unido.

 

Más de una veintena de países -incluidos Estados Unidos, países miembros de la Unión Europea y de la OTAN- anunciaron la expulsión de más de 150 diplomáticos rusos en solidaridad con el Reino Unido por el envenenamiento de Skripal y su hija Yulia el pasado 4 de marzo en Inglaterra.

 

A principios de mes, el gobierno británico, que responsabilizó a Moscú de este intento de asesinato, había expulsado a 23 diplomáticos rusos y suspendido los contactos bilaterales a alto nivel.

 

En respuesta, Rusia expulsó a 23 diplomáticos británicos, cerró el consulado británico en San Peterburgo y cesó las actividades del British Council.