En el listado se encuentran cinco provincias del PJ, tres de Cambiemos y tres de partidos provinciales; el ministro Rogelio Frigerio asegura que no hay fines electorales.

Por interés político-electoral con la mira puesta en el 2019 o por un cambio genuino en el reparto discrecional de fondos que históricamente se dio en la Argentina. Cualquiera de las dos variables resultan válidas para evaluar el top 10 de las provincias que más dinero reciben hoy del Gobierno nacional para la construcción de obra pública urbana. Así, entre los distritos más beneficiados por Mauricio Macri están: Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, Mendoza, Neuquén, Salta, San Juan, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.

 

En este abanico de reparto de fondos de obra pública que diagramó el Ministerio del Interior para este año hay tres provincias de Cambiemos (Buenos Aires, Mendoza y Jujuy), 3 de Partidos Provinciales (Santiago del Estero, Santa Fe y Neuquén), y 5 del peronismo (San Juan, Tucumán, Córdoba, Entre Rios y Salta).

 

El total del reparto de la obra pública en general que ejecutará este año el gobierno es de 36.553 millones de pesos distribuidos en 552 obras, de las cuales 489 están en ejecución y la intención directa de Macri es finalizarlas antes de las elecciones PASO del año que viene. ¿El motivo? Evitar críticas por la inauguración de obras en plena campaña electoral y mostrar antes de las definiciones proselitistas que ya hay obras terminadas.

 

De esta manera, el Ministerio del Interior estima que 6.297.685 millones de argentinos se van a beneficiar con estas obras.

 

Desde la picardía electoral muchos se preguntan si este reparto de obra pública urbana apuntado a provincias peronistas como Córdoba, Salta, Tucumán, Entre Rios o San Juan no buscan el rédito político de Macri de apuntalar su proyecto electoral de la reelección en el 2019.

 

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, expresó a Infobae sin vueltas: “Hacemos obras sin importar el color político o partidario de una gobernación o de un municipio. Las obras son para la gente, no para el dirigente que circunstancialmente tiene responsabilidades en la gestión”, dijo.

 

El despliegue de obra pública que encaró en todo el país el Ministerio del Interior por medio de la Secretaría de Infraestructura Urbana a cargo de Marina Klemensevich contempla el tendido de cloacas, agua potable, pavimentación y mejoras urbanas.

 

Es lo que en el gobierno llaman la “economía de la aglomeración”, es decir, la concentración de obra pública en los centros urbanos más o menos poblados del país.

 

“Estamos haciendo las obras que tanto se prometieron y jamás se cumplieron, donde el Estado nunca estuvo presente; hoy por decisión del presidente Macri estamos llegando a los barrios y ciudades más postergadas con las obras de redes de cloacas y agua potables, de luz y gas, iluminación y pavimento. Estamos cambiando la realidad de millones de argentinos”, añadió Frigerio.

 

En el diagrama de planificación que se trazó la Secretaría de Infraestructura Urbana aparecen las 10 provincias con mayor recepción de fondos en detalle. Así, Buenos Aires recibirá este año un total de $ 9.119 millones para obras urbanas; la Córdoba de Juan Schiaretti $2.159 millones; Entre Rios $1.765 millones; Jujuy $1.859 millones; Mendoza % 2.582 millones; Neuquén $ 1.259 millones; Salta $3.264 millones; San Juan $2.377 millones; Santa Fe $ 1.859 millones;Santiago del Estero $2.115 millones y Tucumán $1.239 millones.

 

Klemensiewicz explicó a Infobae: “Estamos realizando 552 intervenciones en todo el país, acercando a más de seis millones de familias el acceso universal a la ciudad y a la infraestructura urbana, diseñando e implementando proyectos integrales que promueven la integración y la re-consolidación del tejido urbano, mejorando la conectividad y garantizando el acceso a los servicios básicos, al espacio público y a la ciudad”.

 

El reparto de fondos está avalado con créditos del BID, el Banco Mundial, la CAF y el presupuesto que el Ministerio del Interior para las obras urbanas creció exponencialmente en los últimos tres años.

 

Mientras que en el 2016 el presupuesto específico para obra pública urbana que había recibido la gestión de Macri de Cristina Kirchner era de $632 millones, en ese mismo año se ajustaron los montos para cerrar el año con un presupuesto de $5.335 millones; en el 2017 se escaló a $8.562 millones y en el presupuesto de este año hay $10.500 millones destinados a obras de cloaca, agua potable y pavimentos que se esperan culminar el año que viene.

 

El foco de estas obras está puesto centralmente en el norte del país. “El Plan Belgrano Norte es uno de los mayores desafíos de la obra pública de este Gobierno”, remarcó Klemensiewicz.

 

De esta manera, en el reparto global de fondos, más allá del detalle por provincias, se puede ver que: la provincia de Buenos Aires terminará de recibir $9.810 millones para obra pública urbana; la zona del Plan Belgrano Norte$12.166 millones; el Centro el país $10.786 y la Patagonia $3.790 millones.

 

La obra pública calificada como “centralidades”, son aquellas situadas en cascos urbanos que tienen el objetivo de mejorar la calidad de vida en las ciudades del país a través del desarrollo de infraestructura que impulsa el acceso equitativo a los bienes y espacios públicos.

 

¿Hay una intencionalidad política detrás de la idea de ubicar en el Top 10 de las provincias que más reciben fondos a provincias peronistas? preguntó Infobae. Klemensiewicz respondió automáticamente que “la idea es saldar deudas sociales más allá del color político”. Y explicó que la concentración de obras en determinadas provincias responde, más bien, a situaciones de vulnerabilidad elevada que hay en diferentes centros urbanos.

 

Se estima que de las 6.300 áreas cubiertas en obras de infraestructura urbana, 800 responden a localidades con menos de 5000 habitantes y en todas estas obras se logra un acuerdo previo con los intendentes.

 

De esta manera, Macri ha tendido una poderosa red de contención social y política de la obra pública que conjugó con su visión de ingeniero. Nada está librado al azar: entre junio y julio del año que viene estarán finalizadas más de 600 obras en ejecución que hay este año. Para ese entonces, el proyecto reeleccionista del presidente estará en plena marcha.