El país amaneció en medio de rezos, vigilias, funerales y una gran comoción luego del ataque de ayer en el que los talibán fusilaron a 141 personas, la mayoría chicos, en una escuela en Peshawar. 

 

Pakistán amaneció hoy de luto, con banderas a media asta, colegios cerrados y el inicio de los funerales, tras la masacre talibán en una escuela de Peshawar, al noroeste del país, con 141 muertos y más de 120 heridos, la mayoría niños, en uno de los peores ataques insurgentes en el país asiático. 

Vigilias con velas y rezos en mezquitas en honor a las víctimas se dieron a lo largo de toda la noche en diferentes ciudades paquistaníes, mientras en Peshawar comenzaron los ritos funerarios que se llevarán a cabo hoy de forma conjunta en medio de fuertes medidas de seguridad.