El actor reconoció que cuenta con la ventaja de ser un personaje públicamente conocido, pero que aún le falta “formación” para iniciar su carrera.

Por primera vez, Pablo Echarri contó que no descarta la posibilidad de dedicarse a la política. Si bien reconoció que los actores muchas veces tienen “el camino allanado” por ser figuras públicas, considera que todavía no es el momento indicado para iniciar una carrera en la gestión pública porque le falta formarse “con la profundidad necesaria”.

 

“Como consecuencia de mi toma de posición es lógico que mucha gente piense que puedo estar pensando en meterme en política: no lo descarto absolutamente a futuro. Creo que no es el momento ni estoy formado con la profundidad necesaria ahora. En este momento sería una presa demasiado fácil”, consideró el actor en diálogo con el ciclo radial La Inmensa Minoría.

 

Según su testimonio, llegó a esta conclusión después de diez años de gestión en SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Independientes): “Vengo haciendo política social con los actores. He comprobado que cuando uno se mueve puede lograr buenos resultados y hay muchos buenos resultados para lograr en muchas áreas. Cuando empecé era un pichón que no tenía una formación concreta ni la picardía para sentarme a hacer el juego político. Pero después de diez años en SAGAI y varios conflictos pesados dentro de la entidad te puedo asegurar que conseguí un espesor bastante más interesante. Aunque no el suficiente como para meterme en el ojo de la tormenta de lo que significa salir a jugar en los políticos partidarios”.

 

El actor contó que en el último tiempo ha tenido ofrecimientos para trabajar en política y aseguró que como actor corre con ciertas ventajas por ser una figura pública: “Para un político es importante construir y para tener una perspectiva de algo tiene que ser conocido. A los que estamos en el medio audiovisual, ese camino está un tanto allanado. Pero creo que es bastante insuficiente y peligroso simplemente contar con una imagen pública y no un espesor de batalla”.

 

Confesó que Nancy Dupláa fue quien lo llevó a meterse en política en un principio: “Yo venía de una familia un poco más gorila, mezcla de conservadora y popular, una cosa medio inentendible. Nancy me llevó de la mano pero no con una baja de línea específica. No me decía ‘pibe, tenés que hacer tal cosa’, pero me iba guiando el camino con sus hechos y sus decisiones. Es una mujer de una valentía tan arrolladora que si no te ponés un poco a la altura… Creo que me hice valiente porque si no me tenía que ir de casa. Agradezco haber encontrando en la vida a esta compañera”.