Para el sindicalista, la tormenta judicial que enfrenta tiene como fin “distraer la atención” de la situación del país.

De regreso en la “casa” peronista, que institucionalmente abandonó en diciembre de 2011 peleado con Cristina Kirchner, Hugo Moyano reforzó su postura crítica contra Mauricio Macri y señaló al presidente como artífice de la ráfaga de investigaciones que la Justicia lleva en su contra.

 

“Le digo a Macri que si me quiere meter en cana, que me meta, pero jamás va a conseguir que haga algo en contra de los trabajadores”, sostuvo el jefe de los Camioneros y atribuyó las novedades judiciales a operativos “para distraer” a la oposición pública.

 

Mientras avanzan las pesquisas sobre supuestos desmanejos con fondos gremiales y tras las denuncias del barrabrava “Bebote” Alvarez, Moyano se terminó de arrimar al PJ y tendió puentes hacia Cristina Kirchner.

 

El ex jefe de la CGT atribuyó a la Casa Rosada el avance de las causas en su contra porque -dijo- es “la única forma que tiene el Gobierno para distraer la atención de los problemas que están ocurriendo” en el país.

 

Y hasta se permitió alguna ironía cuando apuntó que con denuncias de “gente con mucha honorabilidad como Bebote Alvarez”, están tratando “de llevar adelante disparates en la Justicia para tratar de meternos presos, pero a mí no me asusta”.

 

El jefe camionero estuvo, el lunes, en un acto en el ND Ateneo junto a dirigentes del peronismo, algunos de ellos K, para participar de un acto atípico: ver fragmentos de la película “Perón, Sinfonía del Sentimiento”, de Leonardo Favio. En ese encuentro no hubo discursos: solo Adriana Varela leyó unos párrafos a modo de apertura.

 

Sobre esa base, trasmitió su respaldo a los intentos de lograr la unidad del peronismo. “El mejor homenaje que le podemos hacer a Perón es hacer el esfuerzo necesario para llegar unidos a 2019”, aseguró Moyano en declaraciones radiales.

 

El lunes Moyano compartió el evento con Omar Plaini, Agustín Rossi, Fernando “Chino” Navarro, Victoria Tolosa Paz, Carlos Kunkel y, entre otros, Alberto Samid, actividad que fue organizada por Fernando “Pato” Galmarini pero que contó con el guiño del jefe camionero.

 

El suegro de Sergio Massa, que a fines de los ’90 también motorizó la monumental película de Favio -dura 340 minutos-, se reunió varias veces con Moyano para gestar el acto que tuvo para recordar el triunfo de Héctor Cámpora el 11 de marzo de 1973.

 

Paradójicamente, de La Cámpora solo estuvo, y no muy visible, Mariano Recalde.

 

Moyano habló de esfuerzo para alcanzar la unidad del PJ para “lograr el Gobierno y hacer lo que nos decía Perón, poner contento a la gente para que viva con más dignidad”, indicó citando al tres veces presidente.

 

Consultado sobre si la unidad incluía a Cristina, el ex jefe de la CGT fue tajante: “La unidad somos todos”.

 

Es toda una señal: Moyano y la ex presidenta aparecen hermanados en el rechazo a Macri y, sobre todo, en la cuestión judicial porque ambos acumulan causas e investigaciones en tribunales.

 

Sin embargo, la antigua pelea entre ambos todavía perdura porque el jefe camionero entiende que lo que le ocurre ahora empezó al final del gobierno de Cristina cuando aparecieron las primeras denuncias judiciales.

 

De hecho, hasta acá los gestos compartidos tuvieron que ver con acciones contra el gobierno de Macri como la participación de La Cámpora en la movilización del 21-F que motorizó Camioneros o una comunicación de la agrupación que conduce Máximo Kirchner para denunciar que el gobierno utilizaba informes de la UIF para “perseguir” a los sindicalistas díscolos.

 

Según afirman en el entorno de la ex presidenta, más allá de los mensajes públicos, no hubo contactos privados con Moyano. Hay nexos sindicales, como Hugo Yasky o Walter Correa, pero todavía no existió -aseguran en el Instituto Patria- un mano a mano entre Cristina y el jefe sindical.