Más allá de las muchas fotos y las declaraciones simpáticas, Mauricio Macri volvió de su gira europea sin anuncios concretos para mostrar.

La tantas veces promocionada “lluvia de inversiones” no vendrá el viejo continente, ni siquiera como un chaparrón; a lo que se suma la negativa del presidente francés a cerrar un acuerdo con la Unión Europea.

 

Emmanuel Macron, volvió a esquivar los intentos de Macri de sellar un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, uno de los principales objetivos de la gira del mandatario nacional. “Estamos ya cerca de sellar el acuerdo”, había anticipado Macri, dejando de lado una vez más las reglas de la diplomacia.

 

Después de esa afirmación, el presidente francés dejó nuevamente en off side a Macri, y esquivo las intenciones del mandatario argentino. Los intereses galos entran en conflicto con los nacionales en todo lo que concierne a la agroindustria, Francia tiene una férrea política de protección a sus productores rurales y agricultores, lo que choca de frente con la idea de Macri de convertir a la Argentina en el “supermercado del mundo”.

 

Desesperado por la negativa, y sin resultados que mostrar, Macri instó a Macron a “no desperdiciar” la “oportunidad” y recurrió al ridículo argumento de que el acuerdo tendría que funcionar porque los “sudamérica somos todos descendientes de europeos”.

 

“El acuerdo Mercosur-Unión Europea es una gigantesca oportunidad para ambas regiones por historia, por relación”, insistió Macri, quien sin poder abandonar los lugares comunes habituales en sus discursos, no supo que contestar a los planteos concretos de Macron, sobre la conflictividad en “temas agrícolas y carne en particular”.

 

Pese al fracaso del encuentro, este le dejo una alegría mínima a Macri, luego de que Putín lo ignorara cuando le planteó la situación en Venezuela, Macron fue algo más diplomático y aseguró: “Tomamos nota de que la situación empeora, el régimen actual de Venezuela cae en autoritarismo, cosa que no podemos aceptar”. Peor es nada.