Hizo una presentación ante el juez Casanello para que certifique quién las estaría alquilando.

El empresario Lázaro Báez denunció hoy ante el juez federal Sebastián Casanello que tres casas suyas ubicadas en la localidad de Pinamar fueron intrusadas y alquiladas a otras personas. El magistrado ordenará en las próximas horas que se constate si realmente hubo una usurpación.

 

Según la denuncia de Báez, en base a información que le habrían dado sus abogados, la casa de la calle Troya 763 está ocupada por una familia que la habría alquilado para las vacaciones a través de una página de internet. Ingresaron el 8 de enero y pagaron $1.500 por día.

 

La segunda propiedad está ubicada en la calle Helades 327. La denuncia judicial asegura que hay gente viviendo pero que nadie contesta los llamados para poder identificarlos. También estaría ocupada una vivienda a nombre de Austral Construcciones ubicada en Avenida Libertador 4197.

 

A través de un breve escrito, la defensa de Báez le pidió a Casanello que constate si efectivamente las casas fueron intrusadas y de esa manera se está eludiendo el embargo.

 

Lázaro Báez nunca puso un pie en las playas de Pinamar. Pero eligió ese balneario para invertir parte de su fortuna. El encargado de todas las operaciones fue su ex contador, Fernando Butti, que dejó su marca registrada en una de las casas: el escudo de Boca Juniors adornaba la pileta, el mismo detalle que tenía en su vivienda de Río Gallegos.

 

En su momento, Báez llegó a tener nueve propiedades, aunque finalmente la cantidad se redujo a cinco cuando estalló el escándalo de “la ruta del dinero K”. El empresario no utilizaba las casas: las alquilaba o se las prestaba a sus amigos.

 

Las propiedades fueron descubiertas recién a fines de 2016, cuando un emisario de Báez se acercó a la Municipalidad de Pinamar para pagar las deudas impositivas.