Se abre la etapa de recolección de pruebas para tratar de determinar la cadena de responsabilidades en el organismo de inteligencia detrás de estas prácticas ilegales.

Tras la denuncia presentada por la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño por presuntas maniobras de espionaje ilegal sobre dirigentes políticos, periodistas e intelectuales, el fiscal federal Jorge Di Lello decidió imputar al ex presidente Mauricio Macri y a los ex titulares del organismo de inteligencia nacional durante la gestión de Cambiemos, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, además de a tres agentes del organismo.

 

Caamaño había denunciado el hallazgo en una de las computadoras de la AFI de una carpeta, que había sido borrada de una forma muy rudimentaria y pudo ser recuperada durante una revisión de rutina, conteniendo pruebas de hackeo a los correos electrónicos de unas 80 personalidades argentinas, incluyendo políticos oficialistas y opositores, periodistas, sindicalistas e intelectuales.

 

Entre las víctimas de estas maniobras de espionaje ilegal se cuentan políticos oficialistas como Laura Alonso, Nicolás Massot, Mario Negri, Ernesto Sanz, Ángel Rozas; periodistas como Luis Majul; dirigentes como Alberto Weretilneck, Héctor Daer, Rodolfo Tahilade, Elizabeth Gómez Alcorta, Gabriela Cerruti, Martín Sabatella, Omar Perotti y muchos otros.

 

En su denuncia, la interventora de la AFI aludió a la existencia de delitos vinculados con la “producción de inteligencia ilegal” durante la gestión de Arribas, en los términos de los artículos 4 y 43 de la Ley de Inteligencia Nacional. Estos ilícitos se habrían iniciado ya el 2 de junio de 2016, a pocos meses de la asunción del nuevo gobierno nacional, interviniendo ilegalmente correos electrónicos privados de decenas de damnificados.

 

A partir de la imputación, se abre la etapa de recolección de pruebas para tratar de determinar la cadena de responsabilidades en el organismo de inteligencia detrás de estas prácticas ilegales. Expertos informáticos ahora deberán peritar los correos electrónicos y realizar toda una serie de informes al respecto. Según trascendió, Di Lello tendría previsto recibir declaraciones testimoniales de todas las personas que hayan tenido acceso a la computadora donde se encontró esa información, incluyendo a Darío Biorci, cuñado de Majdalani.