La vicepresidente se refirió a la llegada de la ex presidente a la Cámara de Senadores.

Mientras Mauricio Macri y los gobernadores avanzaban en la firma de un pacto fiscal en la Casa Rosada, la vicepresidente Gabriela Michetti daba su testimonio en el encuentro “Mujeres que trascienden”, organizado por Infobae en el Four Seasons. Relajada, habló de cuestiones personales, pero también aceptó una entrevista, donde ofreció algunos conceptos clave en vistas de que en diciembre la ex presidente Cristina Kirchner estará en el Senado, cuerpo que ella preside.

 

En ese sentido admitió que por ahora “no tenemos un sustento muy sólido como para poder decir que vamos a definir el desafuero de Cristina”. Sin embargo, dejó abierta la posibilidad al señalar que “las causas que tiene son montones y esas causas van avanzando, así que tal vez eso más adelante pueda suceder”.

 

Esta semana, la diputada Margarita Stolbizer, denunciante en la Justicia contra la ex presidente, anunció que hará una presentación en tribunales para que los jueces que investigan a Cristina Kirchner pidan su desafuero. Otras voces políticas insistían en que no debe aprobarse su pliego y que no debe jurar, lo que está previsto que ocurra el próximo 29 por la mañana según anunció la Secretaría Parlamentaria.

 

“Esas cosas tienen que ser muy serias, tienen que estar muy bien sustentadas, porque si no, entramos en una lógica que puede ser peligrosa, aunque en algún punto, como es de otro partido, uno puede decir es mejor que no esté”, advirtió la vicepresidente. Y puntualizó: “Creo que si uno tiene herramientas, sobre todo en las causas que hoy están en la Justicia, algún procesamiento importante, alguna cosa que sustente que se pueda hacer el desafuero, se hará como se hizo con Julio De Vido”.

 

Por otra parte, se mostró optimista al ser consultada sobre los paquetes de leyes y reformas que en estos días ingresan al Congreso, donde tiene un rol preponderante al frente del Senado. “La disposición que encontramos es al diálogo y a que existan consensos. Las provincias no quieren que se les toquen recursos porque arrastran déficits importantes y es necesario pagar sueldos y hacer las obras que tengan que hacer. Tal vez no sea todo como el Gobierno lo propone porque es un consenso”, remarcó. Y concluyó: “Vamos bien, tengo buena expectativa”.

 

Finalmente, ofreció un balance de los dos años de gestión: “Estamos poniendo lo mejor que podemos para que estos cuatro años generen la base de lo que la Argentina necesita, completar lo que venimos haciendo desde que terminó la dictadura. Han sido años de refuerzo, de cortar con los golpes, algo que ahora nos parece natural, pero teníamos problemas con las dictaduras”, evaluó.

 

Y definió lo pendiente: “Ahora falta la prosperidad, el bienestar, la calidad de vida que la Argentina puede dar a sus ciudadanos por ser un país con recursos de todo tipo. Lo que viene ahora es la posibilidad de sostener el desarrollo en el tiempo y ser un país que brinda las oportunidades de bienestar y crecimiento de todas las familias”.