Demostró que el capitalino apoya su iniciativa, pero -por lo menos por ahora- es imposible romper el cerco que imponen en el interior los caciques departamentales.

Colectoras y peleas electorales de las fracciones del peronismo dejan casi sin chances a las demás fuerzas que deben armar un proyecto con lo que no fue cooptado por el oficialismo.

En la Capital dio su fruto para el peronismo, aunque no con la preponderancia que debería haber sido, ya que la caja del Estado está en manos del bederismo.

No pasaron dos semanas y ahora la política habla de las elecciones PASO, que debería ser una gran interna de todos los partidos, pero en el kirchnerismo está muy lejos de serlo.

Fuerza Cívica busca captar la atención con una lista flaca a diputados nacionales, encabezada por el empresario aceitunero, el arauqueño Héctor Olivares, para enfrentar a la dupla Luis Beder Herrera-Ricardo Quintela. Los dos pesos pesados del peronismo, aunque Olivares estará en casi todas las boletas de los precandidatos a presidente, con excepción de Daniel Scioli.

En las PASO la oposición puede hacer un buen papel, aunque será un interrogante lo que puede pasar en octubre, en donde se juega la verdadera elección.

La oposición tuvo la posibilidad de ser gobierno, ya que la sensación de calle, por lo menos en la Capital, daba señales en ese sentido, pero le faltó la pata peronismo, que podría haber sido Quintela, que declinó todo para aliarse con el actual gobernador.

Así el coqueteo con Julio Martínez e Ismael Bordagaray, se fue hacia Beder Herrera.

Cuando pase este año electoral quizás la oposición deberá barajar y dar de nuevo, ya que en el 2017 habrán otras elecciones en la provincia, en donde se podrá en juego todas las bancas a diputados provinciales por la Capital, de diputados nacionales y tres senadurías. Allí se sabrá a ciencia cierta cuál fue el momento de la oposición al peronismo, que gobierna desde la vuelta a la democracia.