El futbolista argentino tuvo una fuerte discusión con el entrenador una vez finalizado el juego ante Roma.


Hasta hace una semana, Barcelona vivía un presente de ensueño, al ilusionarse con la triple corona. Los catalanes comandan con tranquilidad La Liga, se encuentran en la final de la Copa del Rey y habían ganado por 4 a 1 su encuentro de ida por los cuartos de final de la Champions League ante Roma.

 

Sin embargo, lo que casi nadie esperaba sucedió. Los Culé sucumbieron de manera sorpresiva por 3 a 0 ante Roma en el Estadio Olímpico y quedaron eliminados de su principal objetivo. Una vez consumada la derrota, una fuerte discusión se produjo en el vestuario visitante.

 

 

“Saltaron chispas en el vestuario, entre dos nombres propios y de gran peso: el ’10’, Leo Messi, tuvo una airada bronca con Ernesto Valverde”, así anunciaron en el mencionado programa televisivo una bomba que sacudió por completo al Barcelona.

 

El futbolista argentino, tras escuchar el pitazo del francés Clément Turpin, se marchó del campo de juego sin hablar ni saludar a nadie. Fue directamente al vestuario, donde aguardó la llegada de todos los jugadores y el entrenador para soltar toda su furia.

 

La Pulga le recriminó al director técnico el planteo táctico que diseñó y los motivos que lo llevaron a no realizar ninguna variante hasta el minuto 81 del partido. Aunque Valverde asumió la culpa de lo acontecido, el enojo nunca mermó.

 

Aunque la mayoría de los futbolistas optaron por no intervenir y escucharon atentamente a uno de sus capitanes, Gerard Piqué se sumó a los reclamos y avaló lo expuesto por Lionel Messi.

 

Sólo el tiempo dirá si esta discusión marcará un antes y un después dentro del plantel del Barcelona.