Además mantiene el panorama negativo para la economía del gigante sudamericano por la recesión y el deterioro de sus finanzas.

A pesar del ajuste de Dilma Rousseff, sugiere que podría aplicar otra baja el año que viene.

 

La agencia Fitch Ratings recortó el jueves la calificación de deuda de Brasil hasta dejarla al borde del nivel especulativo, y advirtió que el país podría perder pronto su preciada nota de grado de inversión por el deterioro de sus finanzas en medio de una prolongada recesión.

 

Fitch redujo la calificación de Brasil a “BBB-” desde “BBB”. Mantuvo el panorama negativo para la nueva calificación, lo que sugiere que podría aplicar otra rebaja durante 2016.

 

Esta rebaja refleja el crecimiento en el nivel de deuda tomado por el Gobierno, el aumento de los desafíos para la consolidación fiscal y el empeoramiento de la situación económica.

 

La perspectiva es negativa, lo que significa que puede haber una nueva revisión en un período de entre 12 y 24 meses, con una probabilidad de rebaja superior al 50 por ciento.

 

Si bien a pesar del recorte en su nota de deuda Brasil todavía conserva el grado de inversión, una especie de sello de “buen pagador”, ahora quedó a sólo un paso del nivel especulativo, según publica el periódico O Globo.

 

El 9 de abril pasado Fitch había anunciado la revisión a la baja, de estable a negativa, de la perspectiva de calificación de deuda de Brasil, aunque mantuvo el rating brasileño en “BBB”, o sea dentro del grado de inversión.

 

A su vez, el 11 de agosto Moody’s rebajó la nota del gigante sudamericano desde “Baa2” hasta “Baa3”, manteniendo al país dentro del prestigioso “grado de inversión”, aunque también apenas un escalón por encima del nivel especulativo. Mientras que la perspectiva fue cambiada de negativa a estable.

 

Asimismo, el 9 de septiembre Standard & Poor’s (S&P) también recortó la clasificación de Brasil desde “BBB-” hasta “BB+”, quitándole a la nación presidida por Dilma Rousseff el grado de inversión. El escenario económico llevó a la entidad a colocar el rating brasileño en perspectiva negativa.