Se reveló que la actual conducción de la empresa conocía las irregularidades en la estatal brasileña. Una ejecutiva había enviado mails con denuncias a la actual directora de la firma.

La actual dirección de la estatal petrolera Petrobras, en manos de Graça Foster, tuvo conocimiento previo desde hace años de las irregularidades en curso en la empresa. Y eso fue mucho antes de las investigaciones policiales que revelaron la actuación de una red de corrupción y de desviación de recursos en la empresa, informó ayer el diario brasileño Valor Económico.

La novedad amenaza expandir aún más este escándalo que ensombrece la reasunción del mando por parte de la presidente Dilma Rousseff el 1 de enero cuando inicia su segundo periodo consecutivo en el gobierno de Brasil.

El rotativo especializado cita a una gerente que acabó despedida, quien ya en 2008 habría avisado a Foster, por entonces directora de Gas y Energía del Estado, sobre las irregularidades que fue detectando en Petrobras. Sin embargo nunca obtuvo respuesta.

La mujer, Venina Velosa da Fonseca, era subordinada del ex director de Abastecimiento Paulo Roberto Costa, uno de los principales acusados en el escándalo de desvío de fondos a los partidos políticos, especialmente el gobernante PT. Las denuncias tanto a Foster como a otros directivos, le costaron a Fonseca un traslado a Asia primero y luego el despido.

La primera vez que la mujer hizo una denuncia fue cuando comunicó que en el área de comunicaciones se habían pagado 58 millones de reales (casi 22 millones de dólares) por servicios que en realidad nunca se habían realizado. Un año después envió un correo a Foster advirtiendo que las obras de la refinería Abreu e Lima, en Pernambuco, se estaban encareciendo enormemente. Esa operación, considerada uno de las naves insignias de Petrobras saltó de un presupuesto inicial de 1.500 millones de dólares a 6.700 millones.

Según Valor Económico, después de informar sobre las sospechas en torno al caso de Abreu e Lima, la funcionaria fue separada del cargo de gerente de la dirección de Abastecimiento y trasladada a Singapur, donde le recomendaron no trabajar.

La ex funcionaria volvió a escribirle a Foster en 2011, para proponer entregarle los documentos en su poder que comprobarían la corrupción en Petrobras: “Me gustaría escucharte antes de dar el próximo paso”, expresó entonces a su jefa. El reportaje afirma que Fonseca fue separada de sus actividades en noviembre pasado, y que envió entonces un último e-mail a Foster, en el que relató el “infierno” que vivió en los últimos seis años, desde que decidió denunciar las irregularidades.

”Desde 2008, mi vida se ha vuelto un infierno. Me encontré con un esquema inicial de desviación de dinero en el ámbito del departamento de Comunicación de la dirección de Abastecimiento. Al luchar contra esto, fui amenazada y acosada. Hasta enfrenté un arma apuntado hacia mi cabeza y amenaza a mis hijas”, afirma el mensaje.

”Tengo en mi poder toda la documentación sobre el caso, que nunca entregué a la prensa por respeto a Petrobras … Elevé el tema a las autoridades competentes de la empresa (…), en vano. Luego, me opuse al esquema (de corrupción) que parecía existir en el proyecto RNEST (un emprendimiento de construcción que involucra a la petrolera). Una vez más, quedé expuesta a todo tipo de acoso”, agrega el texto.

En un comunicado, la petrolera estatal afirmó ayer que todas las denuncias presentadas por la funcionaria fueron investigadas en auditorías internas y resultaron en despidos y medidas para frenar las irregularidades: “La empresa investigó todas las informaciones enviadas por la funcionaria mencionada en el reportaje”, aseguró la petrolera. Lo interesante es que el comunicado no desmiente que Foster recibiera esos correos.

Según el Ministerio Público, la trama de corrupción que funcionó en Petrobras entre 2004 y 2012 desvió una cifra que, según las distintas fuentes, podría sumar desde 500 a 3.900 millones de dólares de contratos firmados por la empresa, y que han sido destinados a pagar coimas a funcionarios y a financiar partidos políticos como el PT y su principal socio el centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

La Fiscalía elevó este jueves a la Justicia las primeras denuncias penales por corrupción, lavado de dinero y asociación criminal contra 36 personas, entre ellas el ex director de Petrobras Paulo Roberto Costa y 22 altos ejecutivos y funcionarios de grandes constructoras brasileñas, como OAS, Camargo Correa y Mendes Junior.

Al presentar la denuncia, el fiscal responsable del caso, Deltan Dallagnol afirmó que las investigaciones realizadas hasta ahora revelaron “un gigantesco esquema criminal”. Dallagnol dijo que “todos los responsables serán castigados”.