El presidente estadounidense sostuvo que las acciones de fortalecimiento de la Casa Blanca son “una amenaza para todos, y eso incluye a Rusia y China”.

Beijing respondió que “no aceptará ningún chantaje” y se teme un retorno a la proliferación de armamento atómico.

 

El presidente Donald Trump dijo que Estados Unidos está listo para reforzar su arsenal nuclear tras anunciar que el país abandona un tratado nuclear firmado durante la Guerra Fría.

 

Trump comunicó el sábado su decisión respecto al tratado de armas nucleares de medio alcance INF (Intermediate Nuclear Forces Treaty), de hace tres décadas. Al explicarse este lunes, Trump dijo a periodistas en Washington que Rusia “no se había plegado al espíritu” de ese pacto.

 

“Hasta que la gente no entre en razón, tenemos más dinero que nadie -de lejos- y nos fortaleceremos. Cuando lo hagan, entonces todos seremos inteligentes y pararemos”, anticipó el mandatario, quien consideró que la medida “debió haberse hecho hace años”.

 

El republicano, además, sostuvo que no solo es un mensaje para el Kremlin. “Es una amenaza para todos. Y eso incluye a China. Y eso incluye a Rusia. Y a cualquiera que quiera jugar ese juego, no pueden hacer eso. No puedes jugar conmigo a ese juego”, subrayó.

 

Amenaza china

Algunos observadores apuntan a que la medida estadounidense podría estar motivada por una presunta amenaza china. Beijing no forma parte del acuerdo INF, por lo que puede desarrollar sin trabas armas nucleares de alcance intermedio.

 

En ese sentido, China advirtió este martes que no aceptará ninguna extorsión por parte de Washington. La vocera del Ministerio chino de Asuntos Exteriores Hua Chunying pidió a la Administración de Trump que “piense dos veces antes de tomar ninguna decisión” porque China “no aceptará ningún chantaje del lado estadounidense”.

 

Ante las declaraciones de Trump, la portavoz china aseguró que es “un sinsentido” que EEUU esté tratando de crear un problema con China por esta cuestión, y reiteró la oposición de Beijing ante la decisión “unilateral” de Trump de salirse del pacto nuclear.

 

El consejero de la Casa Blanca para la Seguridad Nacional, John Bolton, se entrevistó este lunes en Moscú con el canciller ruso, Sergéi Lavrov, para tratar el tema y tras el encuentro Rusia dijo estar dispuesta a trabajar con Estados Unidos para mantener el pacto.

 

“La retirada del tratado no es la causa del problema, el problema es el hecho de que Rusia no respete el tratado”, aseguró el funcionario. Estados Unidos no quiere ser el único país en respetarlo, dijo, mencionando “una amenaza muy real” por parte de China.

 

Si bien el anuncio de Estados Unidos hace temer un retorno a la proliferación nuclear, el portavoz del gobierno ruso Dmitry Peskov afirmó el lunes que Rusia “nunca atacará a nadie primero”.

 

Bolton es conocido por sus duras posiciones en política exterior. En el pasado defendió una caída del régimen iraní y fue uno de los que más abogaron por “salir del acuerdo iraní” firmado en 2015 por varias potencias con Teherán para evitar que desarrollara el arma nuclear.

 

Nombrado en marzo de 2018, Bolton nunca escondió su convicción de que Washington debe atacar militarmente a Corea del Norte en vez de negociar con el régimen, también defiende sanciones más amplias contra Rusia, acusada por Washington de intentar perturbar el proceso electoral estadounidense.

 

Según el diario británico The Guardian, Bolton presionó a Trump para que anunciara el retiro del tratado INF. También estaría bloqueando toda negociación sobre la extensión del tratado New Start.

 

Un tratado de la Guerra Fría

El tratado INF fue firmado en 1987 por el último dirigente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, y el presidente estadounidense de entonces, Ronald Reagan.

 

El gobierno de Trump se queja del despliegue por parte de Moscú del sistema de misiles 9M729, cuyo alcance, según Estados Unidos, supera los 500 km, violando así el texto del INF.

 

El tratado INF, que suprime el uso de toda una serie de misiles de entre 500 y 5.000 km de alcance, había acabado con la crisis desatada en los años 1980 por el despliegue de los SS-20 soviéticos con ojivas nucleares en Europa oriental, y misiles estadounidenses Pershing en Europa occidental.

 

Las reacciones internacionales han sido casi unánimes a la hora de pedir a Estados Unidos que no abandonara el tratado INF.

 

La Unión Europea consideró el lunes que Washington y Moscú “debe proseguir un diálogo constructivo para preservar el tratado”, que calificó de “crucial para la UE y la seguridad mundial”.