Una vida sin violencia es un derecho humano fundamental.

 

En el Día Internacional de la no violencia hacia la
mujer que se conmemora el 25 de noviembre, la delegación La Rioja del
Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo
(INADI) sostiene que la violencia de género es un delito, en tanto y en
cuanto constituye una conducta antijurídica que debe ser prevenida y
sancionada. Es un problema social, un atentado contra el derecho a la
vida, la dignidad, la integración física y psíquica de las mujeres. Es en
definitiva, una cuestión concerniente a la defensa de los derechos
humanos.

Al respecto, la delegada del INADI La Rioja, Alejandra Romero destacó:
“nuestro Instituto, como organismo en la órbita de los derechos humanos,
también tiene dentro de sus prioridades y líneas de gestión nacional
trabajar de manera sistemática en la elaboración de políticas públicas y
en la implementación de acciones para prevenir situaciones de violencia
contra las mujeres y promover el derecho de todas las mujeres a vivir una
vida sin violencia”.

“En cada ocasión en la que abordamos está temática, insistimos en que la
violencia hacia niñas y mujeres constituye un problema estructural de la
sociedad, se trata del modo a través del cual el patriarcado se perpetua.
Implica de un ataque a los derechos humanos de las mujeres, con profundas
raíces sociales e históricas”, destacó Alejandra Romero.

“La violencia contra las mujeres se encuentra motivada por la persistencia
de estereotipos y prejuicios culturales que colocan a las mujeres y a las
niñas en una posición subordinada con relación al género y a los valores
masculinos, lo que crea una relación desigual de poder. Esto afecta
directa o indirectamente la vida, libertad y seguridad de las mujeres a lo
largo de todo su ciclo vital, en todos los ámbitos donde se desempeñan,
tanto públicos como privados”, expresó.

Finalmente, Romero sostuvo: “la violencia contra las mujeres, basada en
relaciones desiguales de poder entre los sexos/géneros, nos concierne como
integrantes de una sociedad que busca mejorar su calidad democrática. Las
prácticas discriminatorias, que constituyen la violencia de género, además
de producir sufrimiento y muerte privan a la sociedad de la participación
plena de las mujeres en la vida social y económica”.