El 2-2 ante Lanús dejó varias heridas abiertas: roces entre los jugadores, que no se sienten cómodos, y el cuerpo técnico, que está bajo la lupa.

La permanencia en la Copa Argentina asoma como la clave para su continuidad.

 

El clima en el estadio Libertadores de América durante y después del empate 2-2 entre Independiente y Lanús resultó un presagio de lo que vino después. El vestuario del Rojo arde entre recriminaciones cruzadas. De los futbolistas a Sebastián Beccacece, el entrenador, y viceversa. De la dirigencia al cuerpo técnico. De los hinchas a todos. Y la efervescencia puede tener fuertes consecuencias, al punto que el conductor del plantel tiene pensado tomar medidas extremas con dos referentes del grupo de cara a los compromisos inmediatos.

 

En la práctica matutina, Beccacece y el plantel estuvieron cara a cara. Y afloró la autocrítica. Sin embargo, en el mundo Independiente señalan que ante Lanús “algo se rompió”. Que Pablo Pérez habría tenido una reacción extemporánea que no gustó en el cuerpo técnico, que además observa que varios jugadores no cumplen con sus indicaciones tácticas o no le imprimen la intensidad que tenía, por ejemplo, Defensa y Justicia en la gestión del ex ayudante de Jorge Sampaoli en la Selección. En conclusión, el pelilargo entrenador apuesta fuerte pensando en el duelo contra Atlético Tucumán del próximo sábado, por la séptima fecha de la Superliga: borrará al citado Pérez (dio una asistencia ante el Grana, pero luego fue reemplazado) y a Nicolás Domingo, dos apellidos pesados.

 

En realidad, Pérez no aparecía como titular en los planes de Beccacece en el inicio de su gestión, pero la lesión ligamentaria de Pablo Hernández y la dificultad para encontrar el equipo ideal (además de las condiciones del ex Boca) le fueron haciendo un lugar. Pero el entrenador apelaría al volantazo, que no tiene al mediocampista surgido en Newell’s a bordo.

 

A su vez, el DT sabe que está lejos de presentar un trabajo como el que exhibió en el Halcón (subcampeón de la última Superliga). Independiente quedó eliminado de la Copa Sudamericana, suma apenas siete puntos en el certamen local (dos triunfos, un empate, dos caídas) y se aferra a la ilusión de la Copa Argentina como principal bandera. Con fecha a confirmar, se medirá por octavos de final ante Defensa y Justicia, ¿en el duelo clave para la continuidad de Beccacece?

 

Es que la dirigencia, encabezada por Hugo Moyano, esperaba más del entrenador que reemplazó a Ariel Holan, quien cerró su era con dos títulos. La Comisión Directiva invirtió alrededor de 15 millones de dólares en los refuerzos que solicitó (Lucas Romero, Sebastián Palacios, Andrés Roa, Christian Chávez y Alexander Barboza). Y Beccacece sabe que está en observación.

 

Hace poco menos de un mes, el mismísimo Ricardo Bochini, leyenda del club, lo había criticado severamente tras el 0-3 contra Estudiantes en La Plata: “Debería cambiar, si no que vuelva Holan. El hincha está decepcionado, esperaba una mejor actuación en la Sudamericana”. Por eso, el técnico apuesta fuerte. Y hace ruido con las decisiones que perfila.