En AFA, de todos modos, aguardan que renuncie.

Con el fin de permanecer como entrenador de Argentina hasta 2022, tal como reza su contrato, el “Zurdo” le presentará a Tapia un proyecto de seguimiento exhaustivo a 66 futbolistas para una “renovación profunda” del combinado nacional.

 
Recluido en su habitación en el Bronnitsy Training Centre, Jorge Sampaoli devora los partidos del Mundial que no pudo ser. Y se entera, aunque no consume lo que según él mismo definió como “mundo virtual”, de la expectativa de las autoridades de la AFA de que tenga “un gesto” y dé un paso al costado como entrenador de la Selección.

 

Si bien todavía no hubo una reunión formal entre Sampaoli y Claudio Tapia (que se desarrollará recién en Buenos Aires), los dirigentes de la calle Viamonte han deslizado su desencanto por la actuación del cuerpo técnico, tanto en la preparación como en Rusia.

 

A partir de eso, y de los conflictos internos de los que fue protagonista, aguardan su renuncia. Algo que, desde el entorno del DT, niegan que vaya a ocurrir. Es más, como tiene vínculo hasta Qatar 2022 y recién post Copa América 2019 tiene una ventana para rescindir, aseguran que no dejará su puesto salvo que el Comité Ejecutivo desembolse los alrededor de 20 millones de dólares de su vínculo.

 

En ese contexto, detrás de la resistencia que, desde el punto de vista de la AFA, es improbable, Sampaoli tiene un plan para aferrarse al banco de suplentes. El proyecto ya se lo había comentado a titular de la casa madre del fútbol argentino antes de la Copa del Mundo y es su objetivo detallárselo cuando se desarrolle la reunión convenida.

 

“60 por 6” es el nombre del proyecto, un programa por los próximos cuatro años que contempla un seguimiento permanente para jugar en la Selección de 60 jugadores de campo y seis arqueros.

 

El plan apunta a una renovación profunda de la base de futbolistas de la Selección, con el objetivo central enfocado en Qatar. Y la apuesta es a que la nueva camada tenga “la impronta de Sampaoli”; remarcando, de alguna manera, que hasta el momento se adaptó a lo que proponían los históricos.

 

Así, según pudo averiguar Infobae, en la carpeta de Sampaoli conviven jugadores que se han destacado en el orden local, promesas o futbolistas probados con la celeste y blanca.

 

Entre los porteros, por ejemplo, se destacan Gerónimo Rulli, que peleó por estar en Rusia 2018, y Guido Herrera, guardametas de Talleres, una de las rvelaciones de la Superliga.

 

En defensa aparece Ramiro Funes Mori, reciente incorporación de Villarreal, quien hubiese concurrido al Mundial si no lo hubiesen perseguido las lesiones. También Germán Pezzella y Emanuel Mammana, otros dos con pasado en el proceso Sampaoli. Y una novedad: Leonardo Godoy, lateral de Talleres de gran último torneo en Primera División.

 

En el mediocampo surgen Santiago Ascacibar, volante central ex Estudiantes de interesante presente en el Stuttgart alemán; Leandro Paredes y Ricardo Centurión, integrantes de la preselección de 35 jugadores para Rusia; Emiliano Rigoni, otro que pasó por sus manos, y Matías Zaracho, dinámico carrilero de Racing.

 

Y arriba aparecen promesas o realidades que ya pedían pista para este Mundial: Paulo Dybala, que apenas sumó minutos contra Croacia, Lautaro Martínez y Mauro Icardi.

 

De todos modos, es difícil que el plan “60×6” vea la luz. En la AFA están convencidos que el 6 de septiembre, cuando Argentina dispute su primer compromiso post Mundial frente a Guatemala, habrá otro director técnico en el banco. Sin embargo, Sampaoli tiene en punta su proyecto para la resistencia.